Se está convirtiendo en una solución fácil para cambiar de look cada vez que quieras. Pero debes conocer sus tipos para hacer una buena elección.
La principal característica que debes evaluar, es el tipo de pelo del que están hechas. Estos son algunos ejemplos para que tengas un mejor contexto a la hora de comprar tus pelucas y lucir cada día diferente.
Pelucas de cabello sintético
Son las que menos natural parecen porque están hechas de pelo de fibra. Para realizar su mantenimiento tendrás que utilizar productos diseñados para este tipo de pelo. Una gran ventaja, es que no tendrás que usar herramientas como secadoras o planchas para pelo porque su material ayuda a mantener su diseño.
Pelucas de cabello natural
Están fabricadas con cabello humano de 0,060 mm y su acabado es mucho más natural que las sintéticas. Dado que el cabello es de mejor calidad la duración de este tipo de pelucas es superior y estas sí que pueden moldearse con secadores, planchas o tenacillas como si se tratase de tu propio pelo. Muchas de las pelucas de cabello natural están realizadas con cabello de tipo Remy.
Pelucas hechas a máquina
Son las menos recomendables, porque son las menos reales y menos detalladas, por ser producidas en masa. Para fabricar su base se cose el pelo sintético a máquina creando cortinas de cabello que se unen en una malla elástica. Su principal característica es que son pelucas con mucho volumen consiguiendo un resultado poco natural ya que en todas las zonas de la misma se cose la misma cantidad de cabello.
Pelucas hechas a mano
Estas son una de las mejores opciones, porque son las más naturales debido a que en ellas el pelo se inserta de forma manual en una malla o tul. Con este método de fabricación se consigue un volumen mucho más natural, se simula que el cabello nace directamente del cuero cabelludo y su precio es el más elevado. Puedes encontrar pelucas hechas a mano de fibra y también de pelo natural.
Fuente: centrosbeltran