El mercado está lleno de múltiples juguetes y cada vez más tecnológicos, pero los tradicionales se niegan a desaparecer por ser los favoritos de los niños.

Comprarle juguetes tradicionales a tus hijos tiene muchas ventas: se consiguen en todas partes, son más económicos y reviven tu propia infancia, por lo que te sentirás mucho más identificado con ellos y se incentivará tus ganas de compartir más juegos con los consentidos de la casa. Estas son algunas opciones:

Peluches de todos los tamaños y formas

Peluches de todos los tamaños y formas

Fotos: Shutterstock

Los peluches se crearon como una representación tierna de los animales para entretener a los niños, el más famoso del mundo es el oso de peluche. Básicamente son juguetes rellenos de un material suave y en los últimos años, algunos osos de peluche se han convertido en artículos de colección muy caros. ¿Recuerdas las camas y cuartos llenas de peluches? revive esa tradición.

Muñecas de trapo

Muñecas de trapo

Aunque no lo creas, estas pueden ser las favoritas para tu hija. Aunque con seguridad ya deben tener varias muñecas de las actuales, entre las que se destacan las Barbie, deberías intentar comprarle muñecas de trapo, y uno de los secretos para que les guste mucho más, está en adquirir las que tengan caras angelicales casi perfectas y cabellos de lana de colores. En muchas partes del mundo las muñecas se han convertido en elementos de colección y tradición cultural, por eso países como México y Perú tienen sus propias muñecas autóctonas.

Títeres y marionetas

Títeres y marionetas

¿Recuerdas lo mucho que te divertiste con estos juguetes? entonces deberías transmitirle esa alegría a tus hijos. Además, los títeres junto con sus mini escenarios se convierten en el “teatro” casero ideal que despierta miles de fantasías en los más pequeños. Por otra parte, las marionetas ayudan a mejorar la motricidad e incrementan la imaginación.

Carros y caballos de madera

Carros y caballos de madera

Son unas verdaderas obras de arte y tan hermosos que muchos adultos los utilizan como objetos decorativos. No tienen nada que envidiarle a los actuales de plástico o metal, son igual o más de divertidos por su resistencia. Como si fuera poco, al ser una artesanía era raro que los niños tuvieran modelos repetidos. Anímate a comprar algunos para tus hijos y te darás cuenta que se convertirán en sus favoritos.