Hay muchas cosas por las cuales nos podemos arrepentir, sobretodo después de realizar algunas compras. Estas son unas de las más usuales razones por las cuales nos sentimos así despues de comprar algo.
Es muy linda pero no me queda
Fuente: Giphy
Las prendas de ropa son a veces compradas por impulso, pero antes de sacar nuestra billetera asegurémonos que nos estamos llevando la talla adecuada, no sea que en nuestra casa suframos una decepción al ver que aquel vestido increíble le quedaría solo a una versión pequeña de nosotras.
Lo ideal es siempre probarse la ropa mientras se recibe la asesoría de una o varias personas que no sean el vendedor. Pero si no tenemos tiempo o estamos de prisa los mejor es tener muy en mente cuales son nuestras medidas.
Vi unos mejores 10 minutos después.
Tras hacer una compra lo mejor es alejarse ya de las vitrinas, pues a veces podemos ver productos de gama superior cerca y terminamos sintiendo remordimiento por no haber dado ese paso extra y haber conseguido “el otro”.
Recordemos que lo más importante es pagar lo justo por lo que recibimos, pues puede que ese artículo de mayor gama tenga mucho más que ofrecer, pero el precio del que acabamos de conseguir sea el justo por un producto de esa gama.
Estaba muy barato
Fuente: Giphy
No todo lo que se anuncia vale la pena, recordemos siempre antes de comprar si cumple con tres características: Lo queremos, lo vamos a utilizar y no hay otra cosa en la que deberíamos invertir ese dinero.
Apenas lo usé no me gustó
Fuente: Wired
Antes era mucho más difícil saber si un producto valía la pena antes de comprarlo, pero hoy contamos con tests, reviews, videos explicativos, pruebas de 7 días y demás que nos dejan tener al alcance de nuestras manos ese objeto que queremos, y que en dado caso de no ser lo que esperábamos podríamos devolverlo.
Eso se veía muy rico al principio
Fuente: Giphy
probar platos nuevos nunca va a ser algo malo, pues nos da una experiencia única, No te sientas mal por haber pedido un plato que no te gusta, ya que a pesar de todo terminaste haciendo algo que nunca antes habías hecho, y ¿no es ese el último objetivo de salir a comer?
Puede que nos arrepintamos de nuestras compras en cierto punto, pero esto solo debe ser temporal, ya que si nos ha gustado, lo hemos disfrutado y lo hemos usado entonces no es dinero perdido, pues no hay arrepentimiento mayor que aquel que tenemos cuando dejamos ir una oportunidad.