El correo ha sido una actividad que lleva más de 300 años en el mundo, a raíz de la necesidad de transportar información de un lugar a otro. En principio su origen se dio, enfocada en la monarquía, faraones y líderes de la época, pero rápidamente se expandió para ser implementado por el ejército, las universidades, la iglesia, entre otras instituciones que hacían uso de este sistema, a través de sus mensajeros.
La primera evidencia del uso del correo se descubrió en Egipto, donde los faraones de la época utilizaban sus mensajeros, para difundir información y reglas en todo el territorio que gobernaban. Así mismo, en los imperios Mayas y Quechua, utilizaban este método para llevar noticias a través de las calzadas pavimentadas que conectaban las diferentes ciudades de estos imperios. Con el paso del tiempo, los correos de los distintos imperios, pueblos y ciudades se fueron consolidando en un solo “Correo Oficial”, que era el encargado de distribuir los documentos y encomiendas a los diferentes territorios.
Para esta época el servicio de “correo” a través de los mensajeros tardaba demasiado tiempo, dada la falta de transporte desarrollado y de la precariedad en las vías que conectaban una ciudad a otra.
Entre 1840 y 1850 con la aparición del ferrocarril, el sistema de correos sufrió un cambio grandísimo, cuando la rapidez del servicio revolucionó la forma como se venía manejando. Incluso dentro del ferrocarril se estableció un vagón oficial para transportar exclusivamente los envíos. Con el pasar de los años y el adelanto de la tecnología, cada vez más se oficializaba este servicio. Finalmente, hacia 1848 se estableció el sello postal, el cual le dio una validez o “certificación” al envío de la información.
Así mismo hacia mediados del siglo XIX el desarrollo y progreso permitió que el telégrafo eléctrico se desarrollara, pero el correo seguía en auge y era un medio fundamental en el envío de la comunicación de la época. Sin embargo, la evolución ha sido continua y constante y en los tiempos modernos el correo electrónico ha cobrado real importancia y ha revolucionado la forma en cómo el mundo se mueve e interactúa hoy, que es casi de manera instantánea. El correo adaptó su evolución a nuevos mecanismos, utilizando novedosas tecnologías para entregar los documentos en menor tiempo, especialmente a través de la red telefónica; estos nuevos vehículos incluyen el telegrama, el telex, el fax y el correo electrónico.
Hoy en día los correos electrónicos se han desplazado al correo tradicional en el envío de la información, sin embargo no han podido desplazarlo en envío de recibos de cobranza, de servicios públicos, notificaciones legales y paquetes. Esta es una de las grandes razones de por que el sector de mensajería se ha venido reinventando y es por esto que han sacado productos y servicios novedosos que le brindan solución, a un gran mercado latente, como es el correo electrónico certificado.
El principal objetivo de este servicio, es que es un servicio de correspondencia digital que permite enviar correos electrónicos certificados, con la misma validez jurídica y probatoria de un correo físico. Así mismo, se acompaña de una plataforma que permite obtener información en línea sobre el envío, entrega y lectura de la comunicación, junto con la prueba de entrega original en versión digital. “El servicio de Correo Electrónico Certificado, permite asegurar el envío, recepción y comprobación de comunicaciones electrónicas, asegurándose en todo momento las características de fidelidad, autoría, trazabilidad y no repudio de la misma. Para ello el módulo debe permitir certificar tanto el envío como la recepción de los mensajes, la integridad del mismo (no se ha modificado posteriormente) y que los autores/receptores son quienes se exponen en la comunicación.
Dentro de las funcionalidades del servicio de Correo Electrónico Certificado, encontramos que los correos electrónicos realizados mediante el proceso de Correo Electrónico Certificado de Persona Natural o jurídica ofrecen los medios de respaldo al garantizar la autenticidad del origen, la integridad de los datos firmados y el no repudio. Trazabilidad del mensaje: El servicio de correo electrónico certificado registra la cadena de custodia electrónica desde el momento que el mensaje de datos sale de la máquina del remitente hasta que es entregado al destinatario.
La auditoría de entrega del mensaje conocido como Acuse de recibido contiene la totalidad de información relevante y la asocia al contenido del mensaje original y a la hora y fecha oficial Integridad del documento: Existe la garantía de que el mensaje de datos no fue alterado o modificado después de haber sido enviado por el suscriptor tanto en su contenido como en los archivos adjuntos No repudio: Evita que el receptor del mensaje pueda negar en un determinado momento la recepción del mensaje y/o la integridad del mismo.
Esta evolución ha causado que efectivamente las empresas, las áreas jurídicas, los juzgados y en general las áreas administrativas se hayan visto positivamente impactadas con este nuevo producto/ servicio digital, en términos de tiempos y efectividad de la información.