Amparo Grisales, una mujer siempres bella
Sencilla y tierna, así era. Le dejó el protagonismo a su hija y decidió quedarse por fuera del mundo del espectáculo.
Es que a doña Delia no le gustaba posar. Eso se lo dejó a su hija. Ella quería ser simplemente la mamá de Amparo Grisales. Una madre como cualquier otra, que prefirió quedarse en el anonimato mientras Amparo se rodeaba de la fama.
La simpatía era una de las virtudes de esta sencilla mujer, nacida en Pensilvania (Caldas). Mientras la maquillaban y la peinaban para una sesión de fotos que tuvo tiempo atrás, doña Delia no hacía más que refunfuñar y burlarse de sí misma. “Parezco una muñeca de trapo”… decía espantada ante aquello que para su hija era un quehacer cotidiano. Amparo sólo soltó la carcajada.
Amparo Grisales a los 60 años
Dicen que de tal palo, tal astilla y esta no es la excepción. Amparo Grisales, que se mantiene hermosa a los 60 años, publicó una fotografía en la que aparece su mamá cuando tenía la misma edad.
En un mensaje junto a una foto en Instagram, Amparo dice que es su madre el primer pensamiento que tiene cada día al levantarse y con el que se va en las noches a la cama, y a través de su cuenta le agradeció por traerla al mundo, por su amor y por la dedicación que tuvo en vida.
Sus seguidores de inmediato quedaron sorprendidos por la fotografía, porque es muestra de los buenos genes que tiene la actriz. Hasta el momento, la publicación tiene más de 4000 ‘me gusta’.
Amparo Grisales mantiene un figura fantástica y esto se debe a sus muy juiciosas rutinas de ejercicio. Hace tanto cardio, como pesas y estiramiento