Viajar en estas vacaciones de mitad de año es una excelente manera de quitarnos el estres acumulado y prepararnos para estos 6 meses que aun quedan del 2016.
Pero no todos los viajes pueden extenderse por siempre, pues mientras más duren nuestro humor cambiará con ellas y no las disfrutaremos tanto. Es por eso que vamos a darle un repaso a los 5 estados de ánimo que se dan en un viaje.
Euforia
Salir al aeropuerto y llegar a nuestro destino, es el momento cúspide pues acabamos de abrir la puerta a una nueva aventura.
Diversión
Es hora de visitar, conocer, vivir la vida al máximo y aprovechar todo lo que puede darnos este nuevo entorno. No es momento de quedarse estático, sino de gastar todas nuestras energías aprovechando todo lo que podamos.
Relajación
Aprovechamos todo lo que nuestro destino vacacional tiene para ofrecer, pero ahora estamos en un modo más de descanso, vinimos a liberarnos del estrés y el trabajo y eso es lo que haremos.
Aburrimiento
Ya en este punto hemos visto, sentido y experimentado todo lo que necesitábamos de este nuevo lugar y ambiente, al punto que pasa de ser la novedad a convertirse en lo cotidiano. El halo que cubría los defectos del lugar donde vacacionamos se ha desvanecido y comenzamos a ver sus pequeñas fallas, ya todo dejó de ser tan maravilloso como días atrás.
Cansancio
Llego el punto extremo en que extrañamos nuestra cama y que el solo hecho de pensar quedarnos en casa se nos hace como el mejor plan del mundo.
Admitámoslo, nuestra casa esta completamente diseñada según nuestros gustos y por eso se nos hace completamente cómoda y cuando ya hemos visto y hecho todo lo que deseamos en nuestro destino lo que más deseamos es volver a la normalidad y ser nosotros mismos.
De extenderse el periodo de vacaciones el deseo por volver a casa se hace más intenso y solo puede remediarse en el momento en que llegamos a nuestro hogar y descargamos las maletas.